Éste blog: porqué y para qué

"¡¡¡Mira, mira!! ¡¡Qué flipe!!

Este blog pretende:

1. aportar ideas de películas, algunas ya olvidadas, para disfrutar en colectivo (con niños mayores o adolescentes)




2. crear espacios de reflexión libre en un entorno de confianza desde los que poder mostrar una visión real y diversa de la vida así como plantear dilemas cotidianos.

"Este tío es un listillo, Nota. Seguro que es un pacifista."

Es decir, no aspira a ser un listado de películas para educar únicamente en valores  o trabajar las películas desde una perspectiva técnica o artística. Ya existen otros blogs de este tipo orientados exclusivamente a educadores (asistentes sociales, docentes, etc.) así como los hay también para especialistas en el séptimo arte que quieran abordar las películas desde sus múltiples dimensiones específicas: fotografía, guión, interpretación, dirección, producción... 

"Te voy a contar un secreto de 
cuando tenía tu edad  pero has de
estar calladito, ¿vale?"

Muchas de las películas presentadas han ido cayendo en el olvido y sin embargo conforman parte de la cultura colectiva de algunas generaciones que hoy somos padres. Por ello esta propuesta nace de mi apetencia de rescatar algunas que formaron parte de mi vida y tratar de mostrarles a mis hijos el contexto cultural en el que crecimos su madre y yo, ayudarles a imaginar situaciones distintas viviendo vidas diferentes, reducir ciertos espacios generacionales y a darles, en este mundo ahogado por la sobreinformación sin criterio y la inmediatez, alternativas audiovisuales de calidad más allá de móvil o programas televisivos de relleno. Así pues la selección responde a motivos aleatorios y personales, no hay un criterio definido.

"¿En familia?
Que no falte la pizza, ¿capisci?"

Considero conveniente crear un espacio concreto para ver las películas pero sobre cómo llevarlo a cabo poco se puede decir, tan sólo puedo contar nuestra experiencia. Nosotros solemos hacer una cena familiar un día específico de la semana en el que vemos la película en cuestión. Es ritual tomar pizza casera. Como no hay tiempo después para comentar, pues no lo hacemos en fin de semana, las reflexiones van surgiendo espontaneamente a lo largo de los días siguientes dando lugar a conversaciones muy potentes y estimulantes.

"Mmm, quién dijo que la cosa no
tuviera riesgos... pero si es lo mejor."

Lo cierto es que hay que asumir cierto riesgo y dejar prejuicios de lado para hacer estos visionados con niños porque en ocasiones se abordan temas muy delicados (escenas de mucha tensión o violencia, sexo, muerte, miedo, personas al límite). Es una herramienta tan delicada como útil para educar y abrir mentes. También ocurre que a veces viajamos al pasado haciendo aflorar sentimientos remotos producidos la primera vez que vimos dichas películas y compartirlo con los hijos es algo especial, muy recomendable.

También hemos notado que se ha llegado a un punto de saturación visual en nuestra sociedad que ya se consumen imágenes hasta su banalización. Se ven miles de fotos y vídeos diariamente y de todo tipo, incluso terriblemente cruentas, como quien no ve nada, y efectivamente se convierten en eso: nada.

"He visto tanto, tanto,
que ya no veo ná."

Ver y borrar, usar y tirar. Es abrumador. Al no haber contenido que respalde lo visto, terminan siendo imágenes que se absorben sin dejar huella. Eso lleva a que determinadas escenas, aisladas, ya no producen el efecto que sí produjeron en su día y tan solo cuando se presentan en el contexto de una película con un buen guión (o malo pero entretenido) recuperan buena parte de su vitalidad original. Pero en cualquier caso es necesario predisponer en cierta medida a los más jóvenes.

"¡Paaaapa! ¡Devuélveme el móvi!"

Hay que asumir un rol activo a la hora de ver películas con ellos bien anticipando cierta información bien ayudando a la hora de sacar aspectos concretos sobre los que incidir (personajes, diálogos, fotografía, ritmo, escenas...).

Maya Angelou dijo que "Las personas olvidarán lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo les hiciste sentir". Por si acaso estuvo en lo cierto espero que al menos mis hijos se lleven un buen cargamento de emociones y sentimientos en el corazón fruto de esta actividad. Y, por supuesto, estoy encantado de compartirlo humildemente con todos aquellos que lo deseen.

"Mi mamá siempre dice que en la vida 
hay que compartir, amigo."